Por: Luis Daniel Vargas
Doctor en Ciencias de la Educación
Ex Gobernador de Bolívar
Hasta el siglo pasado (XX), hace veinte años, esos dos conceptos –cobertura y calidad- sonaban como un estribillo para todo aquel que quería hablar de educación, paradójicamente todavía hoy lo seguimos escuchando.
Sin embargo, el reto de la educación hoy gira alrededor de otros conceptos y responsabilidades gubernamentales, se habla de la Política Pública Educativa y dentro de ella se desarrollan entre otros, los temas de Pertinencia; Inclusión; Articulación; Permanencia; Competitividad; Formación de docentes; Tránsito a la Educación Superior; Movilidad; Inserteabilidad Laboral; Interculturalidad; Multilingüismo; Educación para la Paz y el Posconflicto, con los Enfoques Territorial, Étnico y de Género; Ruralidad; Emprendimiento y hasta el mes de Febrero del año en curso se hablaba de Conectividad y después de marzo, hablamos de Educación Virtual pos Covid-19.
Señalar simplemente la brecha existente entre las coberturas de los distintos niveles de la educación escolar, no tendría sentido sino tenemos claro los factores que generan ésta y cuál es el significado del concepto de Educación Inclusiva.
Según fuentes del Ministerio de Educación Nacional, la cobertura neta del nivel de transición para el año de 2019 en el departamento de Bolívar, fue del 50.25%, la de la básica primaria del 79.81%, del 66.63% para secundaria y del 35.37% para la media; el 19.8% de la población en edad escolar (5 a 16 años) se encuentra fuera del Sistema Educativo.
Entonces es necesario definir unas políticas y estrategias de inclusión social en el departamento, que superen la retorica y generen acciones de equidad en el acceso y permanencia en el Sistema Educativo, de reconocimiento a la diversidad, a la interculturalidad, a la protección especial constitucional de las poblaciones víctimas; con discapacidad; de los Grupos Étnicos Indígenas, Comunidades Negras, Afrocolombianas, Palenqueras y Raizales; de las poblaciones en situación de marginalidad y pobreza, cuyo fin sea cerrar esas brechas de coberturas educativas, permitiendo igualdad de oportunidades en el acceso al conocimiento.
Si hablamos de desempeño de calidad educativa, ocupamos el deshonroso puesto 28 de 32 departamentos y en los resultados de las Pruebas Saber (2018), nos ubicamos 87 entre las 95 Secretarías de Educación certificadas; la tasa de absorción de bachilleres por la Educación Superior se manifiesta en el 28% (MEN 2018), luego hablar de calidad por si sola, hoy no nos dice nada, calidad de qué o para qué?, la calidad educativa debe garantizar convivencia y paz; desarrollo social; mejorar la productividad y generar más competitividad; fomentar la articulación o tránsito entre los subsistemas y niveles del Sistema Educativo, y entre esos y la vocación productiva de la región o la inserción en el mercado laboral.
La calidad educativa dependerá en gran parte, que las Instituciones Educativas elaboren unos Proyectos Educativos Institucionales-PEI que definan, diseñen y adopten de manera participativa, unos currículos flexibles y pertinentes, con planes de estudio que permitan establecer el proceso de articulación de la Educación Media con la Educación Superior y el contexto socioeconómico.
Tenemos los mejores escenarios en Educación para la Paz y el Posconflicto, con dos zonas con Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial-PDET y trece municipios (Montes de María- 7 y el Sur de Bolívar- 6), pero para ello hay que reconocer que los municipios del Departamento de Bolívar, hacen parte del 75.5% de los municipios de Colombia que son rurales, entonces hay que hablar de Educación Rural con sus diferentes estrategias pedagógicas ya comprobadas en sus bondades, como la Aceleración del Aprendizaje, Escuela Nueva, Media Rural, Posprimaria, Preescolar no Escolarizado, la promoción de los Proyectos Pedagógicos Productivos, entre otras.
Hoy ese escenario de la paz nos permite desarrollar los Planes Especiales de Educación Rural y el Plan Rural de Educación Superior para el Desarrollo Territorial como respuesta a la gran parte del territorio bolivarense que estuvo sumido en el conflicto armado con más de 400.000 víctimas, es decir, algo más del 18% de la población del departamento, que todavía esperan una respuesta de las autoridades educativas, más allá de los estribillos de “cobertura y calidad”.
Finalmente, no por menos importante, no hay conectividad educativa, nos dimos el lujo de perder los beneficios contenidos en la Ley 1978/2019 por la cual se moderniza el sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones-TIC, al no desarrollar los proyectos de conectividad de las Instituciones Educativas, con contenidos curriculares a través de la red y el uso de dispositivos tecnológicos por parte de estudiantes y docentes, para lo cual la nación destinó importantes recursos económicos del Sistema General de Participaciones-SGP, cuyo fin ultimo era impactar en la calidad educativa, no en vano el 77% de los establecimientos educativos públicos en el departamento de Bolívar se encuentran sin conectividad.
Hoy el portal Colombia Aprende del Ministerio de Educación Nacional tiene cerca de 80.000 contenidos pedagógicos que solo basta bajarlos de la plataforma para ser utilizados y nuestros niños, niñas y adolescentes en las extensas zonas rurales y marginadas, tristemente no lo pueden bajar, no lo pueden utilizar.
Razón tendrán algunos en el desespero de buscar soluciones, como la de volver a usar la radio, muy importante en épocas pasadas, pero pienso que no podemos regresarnos, hoy después del Covid-19, la Educación Virtual se tomó al mundo estudiantil y nosotros por unos pocos para quienes no ha habido responsabilidad jurídica, política ni social, no podemos convertir la virtualidad en una barrera más de la inequidad social, las autoridades departamentales tienen en sus manos, amen de atender la pandemia, el compromiso de desarrollar la conectividad educativa en el departamento de Bolívar, a fin garantizar la igualdad en el acceso, permanencia y movilidad en el Sistema Educativo, eso genera convivencia y paz.
La educación vive en permanente proceso de transformación y de nosotros dependerá que ella lidere la reinvención de los demás sectores sociales y económicos, donde el mundo ya no será igual.