Opinión
Por: Horacio Correa Garrido
El dirigente popular por esencia debe ser coherente, suspicaz, integro, sobre todo ético, jamás deberá permitir que estos valores se claudiquen por interese subalternos, ejercitar axiológicamente estos principios permitirá el desarrollo armónico de nuestra sociedad.
Hago acopio de estos valores para que analicemos lo acontecido con los secretarios de Participación ciudadana y desarrollo social Armando Cordoba y al de Infraestructura Gonzalo Jácome, a quienes el Alcalde de Cartagena William Dau revocó la delegación y facultades en materia contractual y de ordenación del gasto, otorgadas mediante decreto 092 del 16 de enero de 2020, manteniendo incólume las otorgadas a los demás funcionarios, como una clara demostración que algo anormal sucedió.
Al respecto nadie ha dado información válida que satisfaga a la ciudadanía, a quien no se puede ignorar, solo se tejen especulaciones que hacen magro favor a la Administración Distrital, que tiene como caballo de batalla la lucha contra la corrupción, tildando a sus contradictores de malandrines con toda suerte de epítetos ofensivos y soeces.
El secretario de Participación Armando Cordoba quizá con el propósito de atenuar la presión de la oposición, emitió un audio que luego publicó en las redes Sociales tratando de esclarecer los acontecimientos que llevaron al Alcalde a tomar tan drástica medida, “tenemos adversarios dispuestos a tergiversar el trabajo de este gobierno” espetó, a continuación hizo énfasis en que “el gobierno de Dau tomó medidas las legales y necesarias”.
Este tipo de alegatos del Señor Cordaba son similares a otros del pasado, en donde ha sindicado a sus contradictores y compañeros del Partido Alianza Verde en forma infame de racistas y perseguirlo por ser afro-descendiente, también sindicó a los concejales actuales de ejercer presión sobre él para que les nombrara su clientela con OPS, que era odiado por algunas personas por su condición racial, todas estas elucubraciones han carecido de fundamentos sólidos, cosas que luego el mismo desmentía producto de su carácter melífluo, genuflexo y obsecuente.
El alcalde Dau debe tener sumo cuidado con los nombramientos, las delegaciones y contrataciones debido a los escándalos generados con relación a sobrecostos, favorecimiento, objeto mercantil acomodado, nombramientos sin el lleno de los requisitos y clientelismo, praxis estas de gobiernos.