En el Centro Histórico se han ido acumulando a lo largo de los siglos valores sociales, simbólicos, económicos y funcionales de la cultura urbana y se localizan los principales edificios del gobierno, casas de habitación , los más importantes recintos de culto religioso, y numerosos espacios públicos que concentran multitudes de personas, colegios y universidades, unas fortificaciones que en conjunto catalogan a la ciudad como la mejor plaza fuerte de América ; pero también está en su perímetro gran variedad de comercio, hoteles, restaurantes, entidades financieras y una amplia gama de actividades económicas, realidad que debe servirnos y conducirnos a armonizar las decisiones que se adopten y que impliquen o no modificaciones en la forma de afrontar su uso.
Desde hace muchos años, hemos propuesto para su estudio y concertación una visión para nuestro Centro “como un espacio de las instituciones de gobierno, cultura, religión y educación, como centro de negocios y comercio, para el desarrollo del turismo y la recreación cultural con respeto a la dignidad de sus moradores”. Esto se ha compartido en diferentes espacios y publicaciones y fue la propuesta de los gremios en el fallido proceso de construcción del PEMP.
Hemos defendido desde siempre, la convergencia de las diferentes actividades sociales propias de una centralidad urbana como lo es el CH, comenzado por la habitabilidad permanente y promovido la observancia por parte de los establecimientos de comercio del exhaustivo y muy costoso catálogo de normas al cual están sometidas las actividades económicas formales y las reglas bajo las cuales se han adoptado las decisiones de inversión por parte de ciudadanos y empresarios. Esto implica entre otras cosas, revisar la normativa de horarios, usos, este último uno de sus más importantes topicos, lo cual se consensuó en 2011 con el documento PEMP- finalmente no aprobado-, para actualizar los requerimientos del desarrollo del sector, pues es una realidad que el crecimiento de la actividad turística, así lo exige y el sector adolece de incovenientes conocidos en este aspecto.
Como en ocasiones se quiere estigmatizar la importancia de las actividades económicas como dinamizadoras del desarrollo y de la planeación tenemos, como se lee en algún documento multilateral sbre centros históricos: “el papel del sector privado es insustituible, estimulando la radicación de nuevas inversiones en nuestros Centros Históricos, facilitando las mismas y encauzándolas de modo tal que dinamicen la economía local e ir construyendo, a través de la inserción de obra contemporánea, el patrimonio del futuro. Así como también promover programas y proyectos que permitan su autofinanciamiento a través del estímulo a actividades rentables.”
Es necesario reafirmar que hemos defendido la existencia de un centro vital, de manera que se puedan adquirir cada vez mayores recursos que permitan ser reinvertidos en él, pues tal y como lo señalan diagnósticos previos, el mismo no es sostenible por sí solo y propiciar el afianzamiento de su habitabilidad permanente y no solo de segunda vivienda, todo acompañado de cultura ciudadana, de la cual hay mucha carencia en el territorio y del ejercicio de la autoridad. También nos reafirmamos en la aspiración de contar una institucionalidad fuerte, con herramientas sencillas y recursos de fácil acceso, para poder darle mejor mantenimiento, propuesta entre otras que se ha hecho desde hace al menos 15 años, ya sea por la creación de una gerencia especial o bien fortalecer la instancia del IPCC.
Como Gremios seguiremos trabajando para que, con la participación de todos los sectores que se ven impactados por las decisiones que se adopten, se preserven los espacios de concertación y para que se reconstruya el consenso que se había alcanzado con el PEMP del 2011 y que desafortunadamente nunca fue promulgado y sobre el cual, desde el 2002, una vez adoptado el POT, comenzó a solicitarse insistentemente, se expidiera. El Alcalde Pedrito Pereira, ha recibido la expesión de estas preocucpaciones y puesto de manifiesto su indeclinable interes de propiciar la construcción de ese consenso.