Este capítulo -de la aburrida novela de la administración del alcalde William Dau Chamat y su séquito para tratar de “ocultar posibles actos de corrupción” – está para alquilar balcón.
La líder social y abogada Jacqueline Pera ya lo había advertido. “Cynthia Pérez Amador, podría acogerse al principio de oportunidad en la Fiscalía y eso tendría muy nervioso al alcalde”. Eso, palabras más o palabras menos, es como se dice popularmente “prender el ventilador” y dar nombres de los presuntos implicados en el escándalo por la falsificación de documentos, para acceder a un contrato en la alcaldía. Contrato que derivó en un detrimento patrimonial millonario, como lo señaló la Contraloría Distrital y lo que a la postre le costó la salida del cargo a la secretaria general Diana Martínez Berrocal.
En declaraciones a un medio local “para muchos” oficial Cynthia, dijo que la “vaca” y el pago del millonario detrimento patrimonial lo hicieron a su espalda y lo que quieren con ello es que regrese Diana Martínez a su cargo, sin importar lo que implicaría ese detalle en la investigación en su contra.
Por su lado, el diario señala las declaraciones del alcalde William Dau Chamat, quien dice que a Cynthia sí se le consultó y estuvo de acuerdo con el pago”.
¿A quién le creemos?
Difícil creerle a cualquiera de los dos. Pero lo que sí queda claro es que las relaciones entre el alcalde William Dau Chamat y su primera dama no están del todo bien.