NO HAY PLAN NI EJECUCION POR AUSENCIA DE GOBIERNO

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¿Un año para planear?

OPINIÓN

Por: Álvaro Anaya Díaz

✓El alcalde William Dau no puede seguir irrespetando a Cartagena. Y tampoco la inteligencia de los cartageneros. Si este primer año de mandato lo utilizó para «planificar» –sin resultados que mostrar–, ¿qué pasará con la ciudad los próximos tres años?

Mientras conoce la ciudad aumentan los problemas y se profundiza la crisis. Y ante grandes crisis se requiere de grandes soluciones y surgen grandes hombres. Y ese no es el caso de Cartagena.

En otras ciudades del país la pandemia por el Covid 19 ha sido más que una excusa para la recuperación económica. En Barranquilla, por ejemplo, el gobierno nacional acaba de anunciar inversiones por más de $5 billones, sumados los recursos propios de la administración local. En Cartagena, por el contrario, no hay ejecución presupuestal porque no hay planes. Y cuando no existen planes es porque no hay gobierno. La triste realidad después de 11 meses de la Alcaldía Dau.

En ciudades capitales como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Montería y el Eje Cafetero la pandemia del coronavirus les trajo problemas y los convirtieron en oportunidades y las están aprovechando.

 

En esas ciudades tienen su Plan Marshall para enfrentar sus propias crisis y mostrar el talante de sus gobernantes. Es un tema que de manera reiterada ha planteado el Concejo Distrital sin encontrar interlocutores entre los funcionarios del alcalde William Dau Chamat. – En Cartagena, infortunadamente, esas oportunidades no hay cabeza que las materialice. Sólo una mente delirante –insegura e incompetente– que tiene un discurso que no renovó y le hizo perder la confianza a muchos cartageneros que lo apoyaron en su momento. Un discurso que ve o se imagina la paja en el ojo ajeno y no observa las vigas en el propio.

 

Esta es una administración que juega entre la improvisación y el cinismo, y no ve los elefantes que se pasean por el Palacio de la Aduana y el edificio Portus en Manga.

 

De acuerdo a los especialistas en el tema, en la administración pública de Cartagena no existe un Plan de reactivación y recuperación financiera, lo que hará más díficil la situación que enfrenta hoy la ciudad. Y con el estudio del proyecto de presupuesto 2021 se ratificó la concentración y lentitud en los procesos para la aprobación de CDP, RP y revisión de contratos. Entre los funcionarios también existe el temor de contratar para que no los tílden de malandrines. Hay exceso de talangueras y, sin embargo, son muchas las investigaciones en los órganos de control por la contratación irregular con fundaciones de papel –lo que más cuestionaba el veedor Dau– y con sobrecostos comprobados, como en las compras de elementos de bioseguridad para la crisis sanitaria por el coronavirus.
Por la pandemia del Covic 19 el gobierno nacional le entregó a los alcaldes del país facultades en materia tributaria, presupuestal y fiscal en cumplimiento de leyes de responsabilidad y transparencia (617 de 2000 y 819 de 2003), lo que no había sucedido desde la elección popular de alcaldes en 1988.

 

¿Un año para planear?

 

El alcalde William Dau le encuentra justificación a todas sus salidas en falso por los cuestionamientos que de manera permanente se le hace a través de los medios de comunicación y las redes sociales, desde donde continúa mostrando su imagen decadente por su pobrísima gestión al frente de la Alcaldía de Cartagena.

Para el mandatario su trabajo se verá a partir del próximo año, porque el 2020 sólo fue para planificar. Aunque en el primer año de gobierno no se adelanta mayor inversión, especialmente en los primeros seis meses, en ese período de tiempo se arma e integra el equipo de trabajo, se comparte una filosofía, se planifica, se definen las obras principales de acuerdo a las necesidades y se genera confianza y estabilidad.
Desde la primera Alcaldía popular con Manuel Domingo Rojas, los primeros 100 días de gobierno se presentó como la primera prueba de fuego para los mandatarios en Cartagena y el país. Se trabajaba para mostrar las primeras obras de infraestructura y respetando el plan de gobierno de la campaña política.
Como los funcionarios de Dau en su mayoría no son de Cartagena, vale la pena recordarles que en el primer año del alcalde Campo Elías Teherán se construyó el puente Pasacaballos-Baru y Manolo Duque dejó las bases para los proyectos de la protección costera, el Plan Maestro de Drenajes Pluviales y los macroproyectos de vivienda de interés sicial que se adelantan hoy en Cartagena.

El tres veces alcalde Nicolás Curi Vergara en su primera administración revolucionó la pavimentación por participación comunitaria en los barrios populares de la ciudad y llevó a los sectores más vulnerables el programa de la lucha contra el hambre. En la tercera Alcaldía, Curi concluyó varios escenarios deportivos para cumplirle a Colombia con los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Alcalde Dau, hasta los mandatarios encargados por poco tiempo dejaron obras por mostrar: Pedrito Pereira Caballero fue artífice de la celebración de los Juegos Deportivos Nacionales al cumplirle al país con la refacción de los escenarios de los escenarios deportivos distritales y Yolanda Wong entregó un paquete de obras de infraestructura vial, dónde sobresalió la doble calzada de la Y (Las Palmeras-Terminal de Transporte).

La crisis sanitaria por el coronavirus le dejó a Cartagena la más importante obra para mejorar la infraestructura en salud en los últimos años. Y no fue por parte de la administración distrital, que no hizo ninguna inversión a pesar de los requerimientos del gobierno nacional en la expansión hospitalaria para atender a los contagiados por el Covid 19. Fue el gobernador Vicente Blel Scaff quien comprometió recursos de regalías del orden departamental para rehabilitar y dotar dos pisos del Hospital Universitario del Caribe, obra que fue entregada en tiempo récord para ampliar y mejorar el servicio de salud en la ciudad.

La subejecución en la inversión del Distrito, según el alcalde Dau, busca esencialmente proyectar las obras de la ciudad para el año 2021. Excusa inadmisible por la situación de esta capital. Ahora, es posible que haya influido, pero no justifica la parálisis en lis programas y obras públicas en el Distrito. Por el contrario, la recuperación exige respuestas inmediatas, no para el tercer y cuarto año de gobierno, como anunció Dau Chamat para justificar el pobre desempeño de «Salvemos juntos a Cartagena» y la pérdida del primer año de administración.

 

*La responsabilidad del contenido de la columna es de quien la escribe y no de www.elgrifonoticias.com

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