La falta de preparación, el desconocimiento de la administración pública y la poca o nula visión de la ciudad de los funcionarios del Distrito de Cartagena confirmaron de nuevo que el alcalde William Dau Chamat no cuenta con un equipo idóneo para cumplir con las metas propuestas en el cuestionado Plan de Desarrollo 2020-2023.
Durante las dos últimas semanas los secretarios y directores de institutos descentralizados del orden distrital pasaron una vez más al tablero –ahora en sesiones virtuales– para presentar el balance de sus gestiones (?) En medio de la pandemia del coronavirus.
Al final de la extensa jornada de presentación de informes, el balance es negativo. Se rajaron los servidores públicos del Distrito. Ratificaron su incompetencia y no dejaron nada para rescatar del balance ante los concejales y ciudadanía que sigue las audiencias por las redes sociales.
En cinco meses no hay resultados para mostrar, aunque surgen más inquietudes alrededor del trabajo –para los especialistas, un pobre trabajo– que realizan a través de secretarías y entidades descentralizadas.
El turno ayer fue para los alcaldes de las localidades 1 y 3, Luis Negrete Blanco y Aroldo Coneo. Su informes no fueron convincentes. Sin argumentos trataron de justificar la ejecución presupuestal de la actual vigencia, con una contratación cuestionada por los sobrecostos y disfrazada de ayuda humanitaria por el Covid 19.
Como los secretarios y directores de los institutos distritales, Negrete y Coneo también se ampararon en la crisis sanitaria para centrar su gestión, pero haciéndole en algunos casos el esguince a su verdadera misión frente a las necesidades de sus comunidades en las zonas vulnerables de la ciudad.
Los alcaldes de las tres localidades deberán asistir a un debate de control político para explicar en detalle la contratación por la crisis sanitaria, económica y social que enfrenta Cartagena. Sin embargo, los concejales anticiparon algunos de los puntos en los que profundizarán sus críticas y exigirán respuestas claras por los contratos de compra de insumos de bioseguridad y kits de alimentos y aseo, con sobrecostos de acuerdo al análisis de precios de la tienda virtual.
El alcalde de la Localidad Histórica y del Caribe Norte, Luis Negrete Blanco, contrató con Yina Paola Lombana Tous «la compra de insumos sanitarios y de proteccion como medida de prevención, reducción de los factores de riesgo y amenaza ante el Covid 19», por un valor de $599.533.000.
Los elementos de bioseguridad entregados al Hospital Universitario del Caribe, HUC, fueron cuestionados en su momento por un supuesto vencimiento del alcohol antiséptico y las mascarillas N95 no cumplieron con el objeto del contrato.
El concejal Carlos Barrios aseguró que aún se siguen entregando productos del contrato firmado el 20 de abril con una vigencia de 30 días.
Para este proceso contractual, Negrete Blanco fue asesorado por un político a quien le debe favores y tiene conexiones con entidades prestadoras del servicio de salud en Cartagena, de cuyas bodegas salió el alcohol. El médico y concejal Lúder Ariza preguntó al alcalde Negrete por qué escogió al HUC para la entrega de los insumos sanitarios si la responsabilidad es del gobierno departamental y la Superintendencia de Salud, que tiene intervenido el centro hospitalario.
Por su parte, el alcalde de la Localidad Industrial y de la Bahía, Aroldo Coneo, contrató con la Asociación de Mujeres del Litoral Unidos por Colombia (?) la compra de elementos de bioseguridad por un valor $1.400 millones.
La contratación incluyó la entrega de insumos al INPEC y otros elementos a la Umata y a la Secretaría de Participación Ciudadana. No sé explica el concejal Lewis Montero por qué estas donaciones, cuando el alcalde Coneo tiene en su localidad sectores con pobreza extrema como Nelson Mandela y Arroz Barato a las que le debió cumplirles con prioridad en medio de la crisis sanitaria.
Después de escuchar a los alcaldes locales, nos preguntamos de nuevo cómo y por qué fueron escogidos por Dau Chamat?
Hoy, también son ruedas sueltas de su administración.
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