Dr. Gerald Antonio Meza Valdés, que dolor tan inmenso y que pérdida tan irreparable, mi doctor Gerald, pocos como usted logran entendernos. El personal médico a su mando de la clínica Jesús de Nazaret y usted deben sentirse muy orgullosos por ese apostolado verdadero que constituyó la ardua batalla librada, dieron lo mejor de sí, lo mantuvieron con vida largo tiempo, mas allá de lo impensable, a pesar del grave estado de salud de nuestro invaluable hermano Jorge Chaljub Terán. Son ustedes dignos de respeto y admiración. Nuestro agradecimiento fraterno para todos ustedes.
Dios se lo llevó, lo necesitaba a su lado en el cielo. Usted sabe lo que es mantenerlo sin entubar por largo tiempo, a pesar de su grave estado de salud, pero debieron hacerlo para que siguiera luchando por su vida. Esto hay que darlo a conocer, esto no debe estar callado. Ustedes hicieron lo humana y científicamente posible. Decir que estamos sufriendo mucho es poco, era nuestro amigo, hijo, hermano. Estoy con medicamentos psiquiátricos, y de verdad hondamente agradecida con usted y todos los médicos.
Ay mi doctor que tristeza, que dolor, se fue un hijo. Esto es una pesadilla sin término. Usted y los médicos hicieron todo, todo absolutamente todo y aún mas de lo que la ciencia puso en sus manos y en las del equipo médico, ustedes nos dejan el ejemplo de haber hecho hasta lo imposible por defender esa invaluable vida, por evitar esta irreparable pérdida para todos los que lo amamos e incluso para quienes le conocieron en su lealtad, pundonor, e irremplazable sentido de solidaridad y servicio.
Usted Dr. Gerald y su equipo médico, valientes guerreros aguerridos en defensa de la vida, dignos de respeto y admiración, sin importar exponer la de ustedes y logran erigirse como una vez, desde hace largos años, lo hemos constatado, en un genuino modelo de la sabia combinación de medicina y servicio de insuperable calidad que hacen de la clínica Jesús de Nazaret no sólo la mejor de la región, sino del país.
Dios y la Virgen los bendiga a usted y su equipo médico que día a día luchan por salvar vidas, unas veces lo consiguen, otras no pero hay que reconocer esa dedicación y ese esfuerzo tan inmenso mi agradecimiento hacia ustedes es como el océano.
Con sentimiento de gratitud
Atentamente familia Alfonso López.