La mesa del Movimiento Social de Mujeres de Cartagena y Bolívar rechazó las expresiones discriminatorias, sexistas y racistas de Fabio Zuleta en contra de las mujeres wayuu

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En un comunicado a la opinión pública la mesa del Movimiento Social de Mujeres de Cartagena y Bolívar rechazó las expresiones discriminatorias, sexistas y racistas de Fabio Zuleta, en contra de las mujeres wayuu, en las instalaciones de la Emisora Sistema Cardenal de la ciudad de Valledupar, grabadas en un video y subidas a las redes sociales.

 

 

En la entrevista Zuleta sugirió “comprar” a una “chinita” de 20 a 22 años además de señalar con vulgaridades las partes íntimas preguntando al entrevistado si tenían bello y si se movían o se quedaban quietas en la cama mientras tenían relaciones sexuales.

 

 

En su cuenta de Twitter, el procurador Fernando Carrillo, pidió a la Fiscalía General de la Nación, tomar acciones contundentes contra el papá del acordeonero Iván Zuleta.

 

 

Pese a que Fabio Zuleta se disculpó, sus expresiones causaron desprecio en la sociedad colombiana.

 

 

Aquí el comunicado:

 

 

 

 

La mesa del Movimiento Social de Mujeres de Cartagena y Bolívar rechaza enérgicamente las expresiones discriminatorias, sexistas y racistas que pronunció el señor FABIO ZULETA en contra de las mujeres wayuu, en las instalaciones de la Emisora Sistema Cardenal de la ciudad de Valledupar, violentando la dignidad y condición humana de nuestras compañeras.

 

El señor FABIO ZULETA, en el contexto de una entrevista a un supuesto “palabrero” Wayuu, quién se identifica como “ROBERTO BARROSO”, le pregunta si todavía se continúa con la comercialización de las jóvenes Wayuu entre los 18 y 20 años, a quienes se refiere despectivamente como “Las chinitas”. Puede intuirse que esta pregunta la plantea asociando –desde su perspectiva- la práctica cultural de la dote con el tráfico de mujeres. Sus comentarios racistas –que pretenden camuflarse tras un burdo ‘humor-’, distan de un interés comprensivo del mundo cultural wayúu –al que, evidentemente, solo se aproxima desde los prejuicios-, para situarse en un ejercicio de violencia patriarcal colonial contra los cuerpos de estas mujeres, que terminan siendo cosificadas por el presentador y su invitado, en función de los fetiches sexuales de estos hombres que solo entiende a las mujeres indígenas –y a las mujeres racializadas en general- como disponibles y comercializables para su propio placer.

 

Esta violenta conversación, termina normalizando discursivamente delitos como la explotación y el tráfico sexual de mujeres, desde una condescendencia patriarcal en torno al poder que se ejerce contra nosotras. FABIO ZULETA exhibe una crudeza sexista en su lenguaje, en el que los cuerpos de las mujeres indígenas quedan totalmente expuestos, escrudiñados e, incluso, intervenidos conforme a las preferencias sexuales de quienes se arrogan el poder de comprar y consumir a lxs sujetxs subalternizadxs. Se atreve a hacer una descripción de los genitales de las mujeres wayúu y termina por preguntarle a su invitado, en tono burlesco, si puede conseguirle una sin trayectoria sexual –situado en el fetiche de la ‘virginidad’-, que le cocine bien y pueda ser objeto de su dominación, hasta el punto que no salga del escenario doméstico.

 

El supuesto palabrero, siguiendo el hilo de la entrevista, le responde que sí puede conseguirle una e, inclusive, “más económica por ser el conocido de la región”. FABIO ZULETA, se siente legitimado para continuar con este ejercicio violento porque el aval proviene de un integrante del pueblo wayuu, frente al cual también elevamos nuestro repudio.

 

Levantamos nuestra voz de protesta frente a la normalización de prácticas patriarcales, clasistas y racistas que promueven la violencia sexual y atentan contra la dignidad humana de las niñas y jóvenes Wayuu.

 

No nos parece suficiente las ‘disculpas’ públicas que personalmente hace el señor FABIO ZULETA en su perfil de la red social de Instagram, buscando evitar que sus actuaciones se expongan a la sanción moral y los diversos pronunciamientos que, a la fecha de este comunicado, han hecho otras organizaciones. Exigimos el pronunciamiento de la Emisora Cardenal, en la que se hizo la grabación de esta lamentable entrevista y exigimos las investigaciones penales a lugar, por los actos de discriminación y legitimación de la explotación y trata de mujeres, en que incurrieron tanto el señor Fabio Zuleta, como el hombre a quien presenta como palabrero, agravados por el hecho de recaer sobre niñas indígenas (sujetas de especial protección). Para tales fines enviaremos copia del comunicado a la Fiscalía General Nación, Seccional Cartagena.

 

Por último, queremos anotar que este evento se suma a los insultos racistas emitidos por funcionarios y funcionarias del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, para referirse a indígenas del Valle del Cauca. Es clara evidencia que en este país permanece el racismo estructural e institucional que soporta las desigualdades sociales que enfrentan estos grupos históricamente excluidos. Esta es otra forma de violencia que viven los grupos étnicos. Desde esta Mesa abanderamos una lucha antisistémica y nos declaramos en contra del heteropatriarcado, el racismo y el clasismo.

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