Opinión
Por: Luis Manuel Gómez Navarro
Miembro activo del Núcleo de Wedding Planner de la Cámara de comercio y Fenalco Bolívar
En la actualidad está de moda y es un hecho que cada vez son más los turistas que eligen como destino a Cartagena, su agradable clima y oferta variada la convierten en un destino ideal para disfrutar de un evento perfecto casi en cualquier época del año. El concepto de turismo de bodas es sencillo: una pareja elige un destino y decide viajar allí con sus invitados.
El turismo de bodas o bodas en destino forma parte del llamado turismo de romance, en el cual, además de bodas, se incluyen también la celebración de aniversarios de bodas, renovación de votos, despedidas de soltero (a), lunas de miel y hasta viajes en familia, consideradas hasta hace algunos años exclusivamente para celebridades y/o parejas muy ricas; sin embargo, en la actualidad se han hecho asequible para quienes buscan incorporar un toque diferente a su celebración en un lugar especial, divertido y exótico como la fantástica Cartagena.
Consideradas como petróleo turístico las bodas de destino son un millonario negocio, que genera visitas de alrededor de 114.355 turistas nacionales e intencionales al año, que llegan y permanecen por más de 3 días en la ciudad y que han convertido a Cartagena en el destino más importante en bodas de Colombia. Por lo anterior, se demandan los productos y servicios de muchos proveedores directos e indirectos, tales como: alojamientos, agencias de viajes, restaurantes, catering, organizador de bodas o Wedding Planner, locaciones, transportes, fotografía y video, decoración y ambientación con flores, tarjetería, producción de sonido e iluminación, maquillaje y peluquería, actividades recreativas, visitas y excursiones, guías turísticos, iglesias, entre otros. Aportando la disminución del desempleo, impulsado la promoción del destino y el aumento de la economía local.
Hoy es una de las industrias más afectadas por los efectos de la pandemia del Covid-19, debido a los cambios generados en las operaciones de las empresas del sector, siendo también de las industrias con una probabilidad de reactivación en 10 a 18 meses; esta incertidumbre ha llevado a la reprogramación de bodas para finales de este año y muchas para el próximo, generando pérdidas millonarias e impactando en la disminución de empleos.
Cada día la situación es más oscura por la poca visibilidad en la mesas de trabajo que se están llevando a cabo en el gobierno local y nacional en procura de evaluar la reactivación del sector turístico, olvidando los aportes que se realizan a la promoción de Cartagena como destino turístico de talla mundial. A pesar de las pérdidas económicas, es importante resaltar la confianza en las acciones que resulten del gobierno para impulsar nuevamente la economía del país, el sector está en sus manos, y los empresarios dispuestos asumir el reto que nos permita dicha reactivación, y así comprometidos en convertir a Cartagena en el destino turístico número uno de Colombia y América.
