Editorial
Por: Juan Carlos Cerón M.
Hace unos días, me llamó un amigo, desesperado, porque es un trabajador independiente, tiene deudas de casa, carro, tarjetas de crédito, telefonía, internet, en fin, todas las deudas que puede tener un ciudadano del estrato 3.
Entre otras cosas, el estrato 3 es una condición especial, no es pobre, por eso no recibe las ayudas del Estado, ni es rico, por lo tanto, depende de sus ingresos, de lo que trabaje.
Y me llamó desesperado, porque debido a las medidas especiales de toque de queda y aislamiento obligatorio por la llegada inesperada del COVID-19, sus ingresos se han mermado casi en un 90 por ciento, mejor dicho, no ha facturado nada.
Sin embargo, todos, absolutamente todos le siguen cobrando. Lo llaman de la telefonía celular, del banco para cobrarle la cuota del carro, de la casa, en fin, todos y para colmo de males el cachaco de la tienda decidió no fiar más.
Está muy preocupado, porque ve con angustia, que los beneficios, van para los estratos 1 y 2 o para los grandes banqueros, empresarios e industriales y no miran al que está en la mitad, es decir, al estrato 3, al grueso de la clase trabajadora.
Me contó que lo llamó el banco y le dijo que estaba atrasado en el pago de las cuotas del carro (un carro modesto, no lujoso) y que la cuenta se iba para una firma de cobranzas y seguramente pasaría a jurídica.
“Yo, lo único que le contesté fue: ¿Y cómo le pago doctor?”.
Tiene razón, es la pregunta que millones de trabajadores independientes de estrato 3 les hacen a los banqueros a los dueños de la telefonía, a las EPS a los fondos de pensiones, al cachaco de la tienda, cuando le van a cobrar.
¿Y Cómo le pago doctor?
Entiendo que la economía no se puede detener, pero en esta situación tan difícil que nos ha tocado vivir y que no estábamos preparados para afrontar sería bueno que los grandes empresarios, industriales banqueros dieran una esperita y así evitar que les respondan ¿Y cómo le pago doctor?
