Editorial
Por: Juan Carlos Cerón M.
En este convulsionado mundo político, que por estos días se viven en Cartagena, por cuenta la administración del alcalde William Dau Chamatt y sus apresuradas decisiones, la última conocida – la mas reciente- la contratación sin el lleno de los requisitos legales de la denominada “Zarina Anticorrupción”, Lidys Ramírez, ha dejado caer el velo de un creciente “caldo de cultivo”.
Es tan evidente la situación, que como en el tema musical Burundanga, interpretado por la cantante desaparecida Celia Cruz, se puso de moda: “Songo le dio a Borondongo, Borondongo le dio a…
No había terminado su exposición el concejal Oscar Marín Villalba, sobre las presuntas irregularidades encontradas en la contratación de la asesora, Lidys Ramírez -entre ellas la certificación laboral expedida por la fundación que representa el esposo de la “Zarina”- cuando ya estaban “escurriendo el bulto” varios funcionarios de la oficina de Talento Humano.
Pero la investigación sobre la contratación siguió y resulta que se conoció que a la funcionaria “estrella” la había posesionado el propio alcalde William Dau Chamatt.
Este último, en declaraciones a un medio local dijo que investigaría, que funcionario revisó la hoja de vida en la oficina de Talento Humano, para tomar algunas decisiones.
En una ciudad que tiene las “siete plagas de Egipto”, todavía la administración del alcalde Dau se desgasta en subsanar sus propios errores.
Mientras tanto que Songo le da a Borondongo, siguen los problemas de inseguridad, movilidad, educación, salud, deporte etc…
Hasta el momento de esta publicación, no se sabe si el alcalde Dau Chamatt retirará a su “mano derecha” o la mantendrá en el cargo sin importar las consecuencias.