EDITORIAL
JUAN CARLOS CERON M.
Las redes sociales han servido para muchas cosas, incluso para desenmascarar a los mismos que saltan de administración en administración, robándose el dinero y tratando de pasar inadvertidos.
Por estos días, repasando Twitter, Instagram y Facebook, me encontré con muchos personajes, que, a punta de aplausos, de me gusta y emoticones “tiernos”, intentan acercarse a los que serán funcionarios de alto rango del alcalde William Dau Chamat.
No saben dónde ponerlos. Eso es lo que se llama el efecto “Camaleón”.
Para no ir tan lejos, en la historia reciente de la ciudad, estaban de fieles escuderos del alcalde Campo Elías Terán, luego saltaron a todos y cada uno de los alcaldes encargados, pasaron por la administración de Manolo Duque, llenándose los bolsillos de dinero en contratos y se le pegaron a Pedrito Pereira Caballero.
Ahora, se los ve en las redes sociales dándole me gusta y poniendo emoticones de aplausos a varias personas cercanas al alcalde electo William Dau Chamat.
Son los mismos, a los que en una administración les daban contratos para limpiar caños, en otra, alquilaban la logística para los eventos musicales, en fin, en todas las administraciones se acomodaban para que les dieran contraticos.
Claro, estos personajes no reparan en gastos, invitan a almorzar a costosos restaurantes, o a islas privadas o a encopetadas discotecas, hacen lo que sea para ganarse la confianza de los próximos funcionarios y pasar de agache.
Camaleones, corruptos y descarados.
Todos los conocen y ahí están, haciendo en este momento su labor… El efecto “Camaleón”. ¿Quieren saber quienes son? Solo ingresen a las cuentas del alcalde Dau Chamat o a las de sus más cercanos colaboradores y vean quienes le dan a todo me gusta o aplauden todo lo que digan o simplemente los alientan a que acaban con todos los corruptos.
Alcalde, cuidados con esa plaga…
