La Universidad de Cartagena confirmó que los estudios realizados por la Universidad Nacional, confirmaron que al menos 16 edificios construidos por el denominado «Clan Quiroz» tiene fallas estructurales. A continuación el comunicado:
Comunicado a la opinión pública
La Universidad de Cartagena informa a la opinión pública que el resultado de los estudios desarrollados por la Universidad Nacional a edificaciones en la ciudad de Cartagena, ratifica la veracidad de los estudios entregados en 2018 por nuestra institución a la Oficina de Control Urbano del Distrito.
El Distrito en cabeza del Alcalde, Pedrito Pereira, anunció hace unos días que alrededor de 8 edificios deben ser demolidos tras haber identificado un alto riesgo de colapso en la evaluación realizada por la Universidad Nacional.
Esto coincide con el diagnóstico de la investigación geotécnica, patológica y de análisis estructural que realizó la Universidad de Cartagena a 16 edificios de la ciudad en donde se identificaron cimentaciones desplantadas en el terreno natural sin ningún tipo de tratamiento, y dimensionamiento de la cimentación insuficiente para las condiciones de carga de la estructura.
Las conclusiones de ambos estudios apuntan a lo mismo, las construcciones no cumplen con las normas de sismo resistencia, muchos de los edificios evaluados tienen problemas de cargas verticales sin necesidad de aplicarle fuerza sísmica, por lo tanto, es importante que se tomen las medidas pertinentes para evitar una catástrofe.
El ingeniero Arnoldo Berrocal, Director de Estructuras en la Facultad de Ingeniería, quien además participó en los estudios mencionados, manifiesta que: “aunque bien es cierto que en la ingeniería son varias las medidas de corrección que se le pueden hacer a una obra, en este caso hay edificios que resulta inviable reforzar.”
Berrocal explicó que utiliza el término inviable debido a que si se piensa en reforzar como una opción, se debe tener en cuenta que habría que reforzar las estructuras en su totalidad. Es decir, vigas, cimientos, lozas, y todo lo que implica repotencializar los edificios; esto, sin hablar de lo costoso que sería llevarlos a cumplir la norma, recordando que este proceso de refuerzo no debe intentar un cumplimento a medias de lo estipulado, si no buscar responsablemente el cumplimiento en su totalidad.
“Nosotros encontramos una falta de control en la calidad de los materiales, los concretos eran de muy baja resistencia. Observamos malas prácticas constructivas, que denotaban una inexistencia de trazabilidad en los procesos de construcción. Tampoco encontramos bitácoras de este proceso que nos permitiera saber cómo se estaba elaborando el proyecto, bajo qué parámetros y características se construyó. En la mayoría de los proyectos no se encontraron planos de un ingeniero estructural que soportara el diseño de la obra, solo en dos proyectos se encontraron planos. Sin embargo, en uno de ellos el ingeniero planteó cinco pisos en los planos pero se construyeron en realidad 10. ” Aseguró el ingeniero Arnoldo Berrocal.
El equipo de trabajo de la Universidad que estuvo al frente de este estudio desde su primer informe preliminar atendiendo a lo dispuesto en el Artículo 2 de la Ley 1523 de 2012 que obliga a cualquier ciudadano o institución a informar una vez conozca de una situación de riesgo a que se actúe de manera perentoria para su prevención, informó desde los primeros resultados obtenidos en el estudio ejecutado en convenio con la Alcaldía Distrital que la vulnerabilidad de los edificios que fueron objeto de estudios es alta y se recomienda desde el punto de vista técnico y económico que se considere la demolición de estos, teniendo en cuenta también el riesgo humano que supone esta situación. FIN DEL BOLETÍN.
Foto: Interior de la Universidad de Cartagena