Querido profesor:
Yo era una mujer sencilla, normal, no tenía muchos atributos. Los hombres no me perseguían, porque mi físico no me ayudaba.
Llegaba a las fiestas y me tocaba bailar sola porque no me sacaban. Me aburría en las discotecas.
Pero un día, vi un programa de cirujanos plásticos en la televisión y tomé une decisión que cambió mi vida.
Decidí endeudarme, realicé un préstamo en el banco y me hice la liposucción, rinoplastia, me puse senos, cola, me subí las cejas, engrosé mis labios y hasta me limaron los callos de los pies.
Mire profesor, eso fue un éxito… Todos los hombres me perseguían, en las fiestas todos me querían sacar a bailar, en las discotecas me hacían subir a bailar a la barra, en fin, era la más popular.
Pero ahora llegó mi tristeza, el banco me va a embargar, porque no he pagado ni la primera cuota del préstamo, los hombres no se atreven a hacerme una propuesta seria, porque sienten temor que los deje por otro, en fin, ya no sé que hacer.
Profesor Válenverg, ahora me lancé al Concejo, para ver si gano y así puedo pagar las operaciones.
Qué hago, profesor, ayúdeme por favor, deme un consejo…
Con admiración la «Patita Fea Ensiliconada»
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Respuesta:
Querida amiga, comienzo diciéndole, que esa platica se perdió. Lo que llama usted cuerpo perfecto, no es mas que una exageración. A leguas se nota que lleva varias operaciones y lo peor es que no quedó con un cuerpo simétrico. la cola y los senos le quedaron muy grandes y las piernas flacas para nada le ayudan.
Sin embargo, quiero decirle que si pensó que gastando millones en cirugías iba a atrapar a su príncipe azul, se equivocó. Un hombre se fija en la belleza externa, pero busca la hermosura en el interior.
Por otra parte, me parece un poco descarado de su parte, aspirar al concejo, para conseguir dinero para pagarle al banco. Al concejo se llega es a hacer control político y ayudar a la ciudadanía.
Usted no es una «Patita Fea Ensiliconada» usted es una descarada.
Quiere un consejo, vaya buscando trabajo, porque al concejo no va a llegar. Su diseño de sonrrisa le quedó hermoso, pero en los barrios ya la conocen y saben a que va.
Póngase a barrer, a trapear y a lavar en la casa… Ayude a su mamá que tanto se ha sacrificado por usted. Muchas angustias le ha hecho pasar, porque cuando usted está en las discotecas ella no puede conciliar el sueño.
Trabaje, trabaje, trabaje vaga…
Su amigo
Profesor Válenverg
Politólogo, sexólogo, influenciador, sicólogo, clarividente, mentalista, forista, a veces taxista, penalista, pero sobre todo consejero. Graduado en la Universidad de la Vida.
