Siguiendo los controles en el Centro Histórico, en la noche del martes se inmovilizó un vehículo tipo taxi en la calle Porvenir, toda vez que su conductor fue sorprendido ejerciendo su labor en estado de alcoholemia.
El conductor fue identificado como Martín Castillo, que manejaba el taxi de placas SPH 836.
El conductor marcó tercer grado de alcoholemia, que, además de una posible suspensión de su licencia de conducción, implica el pago de una multa de aproximadamente $15 millones.
Sin embargo en redes sociales se ha criticado mucho el procedimiento, porque señalan algunas personas que los señores del tránsito, debieron cambiar la boquilla en cada prueba.