_Doña María Ángela Rodríguez fue una de las beneficiarias de las viviendas entregadas por el gobernador de Bolívar en San Cristóbal. Tras contar lo difícil que fue su vida, hoy agradece a Yamil Arana por un sueño que ella creía imposible.
María Ángela Rodríguez es un retrato de resiliencia, fe y gratitud. Ella hace parte del grupo de beneficiarios de las viviendas construidas por la Gobernación de Bolívar en el municipio de San Cristóbal, un proyecto que sus habitantes, en señal de reconocimiento, decidieron llamar urbanización Villa Arana.
La mujer celebra poder vivir bajo un techo digno junto a su familia, en lo que considera una segunda oportunidad que le han regalado Dios, la vida y el gobierno de Yamil Arana Padauí, luego de haberlo perdido todo.
A los 15 años, María Ángela migró a Venezuela, donde formó su hogar y tuvo seis hijos. Sin embargo, las dificultades económicas la obligaron a regresar a su tierra natal. Lo hizo con muchas esperanzas, pero sin nada con qué cumplirlas. Durante meses se enfrentó a desalojos y mudanzas constantes, sin un lugar estable donde vivir.
“Llegué a mi pueblo con apenas dos mil pesos en el bolsillo y el corazón lleno de incertidumbre. Pero la fe me acompañaba: decidí comprar una lotería y me la gané. Con ese dinero compré palos, plástico y levanté un pequeño refugio para protegerme junto a mis hijos en un lote que una prima nos prestó. Era un cambuche, pero era nuestro hogar”, recordó.
Las lluvias los obligaron a abandonar ese improvisado techo. Años después, con ayuda de la administración de turno, pudo salir de ese lugar y, junto a su esposo, levantó otro cambuche en otro lote. Fue entonces cuando su vida volvió a cambiar gracias a una gestión que, como ella dice, “solo Dios y el gobernador Yamil Arana hicieron posible”.
*Un sueño hecho realidad*
Hoy, en Villa Arana, su historia es sinónimo de superación. María no solo tiene una vivienda segura, sino también un emprendimiento que la llena de orgullo. Aprendió a hacer bollos gracias a una hermana suya y, con esfuerzo y el apoyo de su esposo, convirtió esa receta en su sustento diario.
“Empecé vendiendo poquitos, pero con amor y constancia fui ganando clientela. Ahora la gente busca mis bollos porque siempre están calientes y frescos”, cuenta con una sonrisa.
Desde su nueva casa —con paredes firmes, techo seguro, baño, cocina y patio— mira hacia atrás y se emociona al recordar el difícil camino recorrido. “A este gobernador le debo mi vida. En mi corazón le tengo un lugarcito de cariño, porque por él hoy somos dignos”, expresa con gratitud.
Su historia representa el espíritu de miles de familias bolivarenses que han encontrado en la gestión del gobernador Yamil Arana una oportunidad real para vivir con dignidad. Villa Arana no solo es un conjunto de casas: es el símbolo de una nueva etapa para quienes alguna vez no tuvieron dónde dormir y hoy pueden soñar con un futuro mejor.
*31 casas, 31 historias*
El gobernador Yamil Arana Padauí destacó que hacer realidad el sueño de 31 familias de San Cristóbal es fruto del trabajo y la dedicación. “No es solo entregar una vivienda, sino ver felices a nuestros coterráneos, quienes durante años han luchado por cumplir sus sueños”, señaló.
El mandatario sostuvo que cada familia que recibió su casa tiene una historia que contar, una historia de resiliencia, de ganas de salir adelante y de avanzar. Y así como cada una de ellas tenía este sueño, la Gobernación de Bolívar trabaja para que este no sea el único proyecto de vivienda de su administración, sino el inicio de muchos más que permitan mejorar las condiciones de habitabilidad de miles de hogares.
“La Gobernación trabaja para que eso sea una realidad”, puntualizó Arana.