Así están muchos cartageneros que sin ser políticos acudieron al llamado de algunos concejales, para que les ayudarán a su proceso preelectoral.
No solo los abandonaron a su suerte, sino que además fueron estigmatizados por la administración de William Dau Chamat y este año no han podido trabajar en la alcaldía.
Pese a que en su trabajo fueron los mejores, cumplieron con horario – sin obligación por tener una OPS- fueron sacados de sus puestos y tildados como malandrínes.
Hoy en plena pandemia por Covid-19 a algunos concejales no les han visto la cara, ni siquiera para darle un mercado de 20 mil pesos.
Muchos de los que colaboraron -de manera gratuita- en las campañas políticas, sin tener ninguna filiación con el partido del concejal, quedaron “marcados” para la administración del alcalde William Dau Chamat.
Sería muy fácil decir nombres de concejales, pero no es necesario. Ellos saben a quienes me refiero.
Sin embargo, el castigo les llegará. Muchas de las personas que colaboraron, para que llegaran a la corporación edilicia, ya se están saliendo de esas toldas y les aplicarán el castigo que se merecen. NO volver a votar por ellos, ni por alguno de los que ellos sugieran.
Tildados de malandrines, sin serlo, muchos extrabajadores de la alcaldía han pasado un año terrible.
Los encajonaron con uno u otro político y la verdad es que nunca han estado metidos en la política.
Los dejaron boleteados, sin puesto y abandonados…
